BMW M5

octubre 7, 2021

El BMW M5 es una variante de alto rendimiento del BMW Serie 5 comercializado bajo la submarca BMW M. Es considerado un vehículo icónico en la categoría de sedán deportivo. La mayoría de los M5 se han producido en el estilo de carrocería sedán (berlina), pero en algunos países el M5 también estuvo disponible como vagón (familiar) de 1992 a 1995 y de 2006 a 2010.

El primer modelo M5 fue construido a mano en 1985 sobre el chasis E28 535i con un motor modificado del M1 que lo convirtió en el sedán de producción más rápido de la época. modelos M5 se han producido para cada generación de la Serie 5 desde 1985.

El primer M5, basado en el E28 Serie 5, hizo su debut en el Salón del automóvil de Ámsterdam en 1984.

Fue el producto de la demanda por un automóvil con la capacidad de carga de un sedán, pero con las prestaciones de un coche deportivo. Utiliza el chasis del 535i y una evolución del motor del BMW M1. Era fabricado manualmente por técnicos de Motorsport y fue lanzado como el sedán de producción más rápido del mundo.

 

El LHD, RHD Euro Spec M5 y el ZA spec M5 tenía un motor M88/3 que entregaba 286 CV (282 HP; 210 kW) (DIN), mientras que la versión de Norteamérica modelo 1988 estaba equipada con un convertidor catalítico que reducía la potencia de salida a 260 CV (256 HP; 191 kW) (DIN). Se importaron aproximadamente 1200 unidades hacia los Estados Unidos.

En 1979, BMW Motorsport GmbH ya había presentado el M535i, una versión especialmente deportiva del BMW Serie 5 y así continuó en 1984 con otro M535i basado en el sucesor del E12(E28), antes de que llegara la primera generación del BMW M5 (el E28S) en otoño de ese mismo año.

Nació en 1984 y no lo hizo por casualidad, ya que la gente demandaba vehículos más poderosos a nivel de prestaciones y de dinámica de conducción, pero sin renunciar a la comodidad, a la practicidad o a la discreción, es decir, disfrutar de la conducción más precisa y más emocionante sin tener que comprar un superdeportivo de los años 1980, con todas las incomodidades que ello suponía.

Los compactos deportivos empezaron a surgir en esa época, pero lo más interesante llegó con las berlinas deportivas. Coches como el Lancia Thema 8.32 o el Lotus Omega, son buenos ejemplos. El modelo alemán fue uno de los pioneros, ya que se lanzó al mercado en 1985 y el éxito fue inmediato, a tal grado que la fórmula utilizada desde hace más de 33 años, sigue en plena vigencia.

Apenas estuvo tres años a la venta hasta 1987, ya que esta poderosa versión llegó ya al final de la vida útil del Serie 5 E28. Su fórmula del éxito era sencilla, tomando el chasis del 535i que ya tenía ciertos elementos dedicados a una conducción más dinámica y estimulante, por lo que solamente había que darle un extra de potencia.

No solamente era bueno a nivel de prestaciones o a nivel dinámico, sino también la imagen debía consolidarse como la versión más cara y exclusiva de la gama, con elementos más deportivos como unas llantas específicas, un sistema de escape propio o unos retrovisores más aerodinámicos. En el interior, asientos deportivos y ciertos detalles que recordaban al propietario que, pese a contar con cuatro puertas y cinco plazas, estaba a los mandos de un verdadero deportivo.

Siguiendo los pasos del M3 en 1984, BMW Motorsport GmbH decidió comercializar un Serie 5 con el sello M. En esta primera generación, era accionado por un motor de seis cilindros en líneade 3453 cm³ (3,5 litros) y una vez que el acelerador era accionado a fondo desde el reposo, podía hacer el 0 a 100 km/h (62 mph) en 6,5 segundos. Gracias a este desempeño, el E28S se convirtió en el sedán de producción en serie más rápido de esa época.

Alcanzaba una velocidad máxima de 245 km/h (152 mph) y triplicaba la potencia del Serie 5 menos potente, el 518i. En la publicidad del primer BMW M5 la marca alemana utilizaba la frase “Executive Express”, que todavía hoy podría aplicarse al BMW M5 actual, ya que mantiene la misma filosofía. Paralelamente nacía el M635CSi Coupé, que junto con el BMW M5 eran los primeros coches “asequibles” que montaban el motor del BMW M1.

Aunque hubo unos inicios en los que se llamó M535i, el primer integrante de la saga M5 llegó al mercado en 1984 con una estética en la que las llantas calzadas con neumáticos Michelin TRX, los de mejores prestaciones en su época y un sencillo kit (paquete) aerodinámico, lo diferenciaban del resto de la Serie 5 de BMW.

Bajo su discreta carrocería se ocultaba un completo trabajo artesanal llevado a cabo por el departamento de Motorsport en el que se instalaba el motor del M1 de culata multiválvulas de mariposa individuales con una gestión optimizada y algunos cambios en el sistema de refrigeración y lubricación. Las suspensiones se adaptaban al aumento de potencia y en el interior se añadían unos asientos deportivos con gran sujeción lateral y banqueta extensible, un volante deportivo de 3 radios forrado en cuero y un cambio Getrag con la característica primera hacia atrás, para dejar el resto de marchas que más se usan en el mismo carril (2-3, 4-5) y mejorar así su uso en conducción extrema.

El primer BMW M5 con sus apenas 1,4 toneladas, llegó al mercado como la berlina más rápida del mundo. Solamente los Mercedes-AMGBlack Hammer, basados en los Mercedes W124, eran capaces de adelantarlo, pero por aquel entonces, AMG era un preparador proscrito al que Mercedes le había prohibido incorporar la estrella de 3 puntas en sus creaciones, de modo que no se consideraba un coche de producción estrictamente hablando. Tampoco debería considerarse así al primer BMW M5, pues era hecho a mano en un departamento especial, pero éste al menos sí tenía el visto bueno de la marca.

Es el cuarto trabajo de la firma alemana con relación al desarrollo de productos meramente deportivos, con antecesores como el M1, M3 y el motor 1,5 litros turbo que le permitió a Brabham y a Nelson Piquet hacerse del Campeonato de Fórmula 1 en 1983.

La decisión de construir un modelo de esta naturaleza representó un trabajo casi artesanal, ya que no fueron producidas más de 2500 unidades en su lapso de vida de 4 años.

Resultaba una simple superficialidad cuando se considera que su motor de seis cilindros en línea y la afinación de su suspensión le dieran la capacidad de expulsar más potencia que un Ferrari 328 y además, le aventajara dos segundos a cada vuelta en un circuito.

Es una de esas leyendas automotrices que ha definido un grupo completo de automóviles. Tiene todo el mérito de crear el concepto de noción de un sedán de tamaño mediano con tintes de un superdeportivo que rivaliza con el rendimiento de un auto del día a día.